El Texel tiene casi 50 años de presencia en Uruguay, cuando en 1973 ingresaron los primeros animales procedentes de la isla de Texel en la costa norte de Holanda, donde la raza se adaptó a las inclemencias del Mar Norte. A partir del trabajo de su introductor Enno Wenckebach y numerosos productores que valoraron sus ventajas, la raza fue demostrando su adaptación al medio uruguayo transformándose en la mejor opción para la cría de ovinos con destino carnicero. Hoy el Texel no es solamente una realidad nacional, siendo la raza ovina con más ejemplares inscriptos en la Expo Prado año tras año, sino que el Texel uruguayo goza actualmente de gran prestigio regional.
Es un animal muy adaptado a las condiciones de producción en Uruguay, estando hoy presentes en la mayoría de los cruzamientos que buscan obtener de carne de calidad. Por su musculatura y la cantidad de carne que pone en los cortes más valiosos, que son los cuartos traseros y el lomo, los rendimientos de los animales Texel tienen una considerable diferencia respecto al resto de las razas.
Se destacan como principales ventajas la rusticidad y precocidad, que permite que las corderas sean encarneradas con 40 kg de peso a los 6 meses de edad y produzcan corderos al año de nacidas. Ya a partir de la segunda encarnerada es una raza altamente prolífica con 135% de corderos señalados, teniendo gran instinto maternal y producción de leche suficiente para criar los corderos de partos múltiples aun alimentándose en campo pobres.